agosto 20, 2020 / Autor: ASSEMBLE®
Todos en algún momento hemos conocido o escuchado hablar sobre un líder; aunque cada uno ejerce un diferente tipo de liderazgo, todos coinciden en un punto: El liderazgo tiene un poder y una responsabilidad. En el caso de las organizaciones, el liderazgo va cambiando de manera constante y adaptándose a las necesidades que tiene cada equipo.
Aunque existen distintos tipos de jerarquías y equipos, hay algunas prácticas donde el liderazgo puede dividirse y crear mejores resultados en el trabajo, ¿Habías escuchado hablar sobre el empowerment?
El empowerment es una técnica que consiste en delegar u otorgar poder, autonomía y responsabilidad a los trabajadores o equipos de trabajo de una empresa con el propósito de que puedan resolver problemas, tomar decisiones y actuar sin la necesidad de buscar aprobación de sus superiores; esto permite que hagan uso de su propia inteligencia, experiencia y creatividad para ayudar a que la organización mejore y tenga éxito en los objetivos que establece.
Motivación: Cuando los colaboradores sienten que son tomados en cuenta y sus opiniones se vuelven válidas dentro de los procesos, se motivan al sentirse parte importante de la organización.
Eficacia: La toma de decisiones se vuelve más rápida y sencilla.
Aumento de desempeño: La motivación se ve reflejada en el mejor desempeño de nuestros colaboradores, y el mejor desempeño; esto convierte a la empresa en competidor potencial dentro del mercado.
Lazo con el cliente: La satisfacción de los clientes incrementa, ya que la calidad de resultados es alta.
Calidad: Aumenta el nivel de producción.
Organización sana: El desempeño de los equipos de trabajo aumenta, los colaboradores identifican sus virtudes, aprenden a trabajar en equipo respetando sus habilidades individuales, identifican sus aciertos y errores y trabajan sobre sus áreas de oportunidad y se apoyan mutuamente.
Para poder implementar esta filosofía dentro de tu negocio es importante comprometerse a cumplirla y tener un plan de acción para llevarla a cabo; para ello se requiere de:
El empowerment no debe ser entendido como una manera de quitarle la responsabilidad al gestor del equipo, ya que este tendrá que establecer la misión y visión del equipo, además de brindarles la capacitación y orientación necesaria para que puedan cumplir con sus funciones; incluyendo la evaluación de sus actividades.
Para poder definir los equipos, se deben considerar los siguientes elementos para asegurarte que funcionará de manera efectiva:
La estructura y contexto del puesto de trabajo cambia; el colaborador comienza a ser responsable de su trabajo: lo supervisa él mismo y se asegura de actuar ante posibles problemas.
El entorno donde se va a desarrollar el empowerment es importante; se deben conocer las circunstancias que se viven actualmente en la organización, además de establecer los niveles de empowerment que se quieren alcanzar. Se deben tomar en cuenta el presente y el futuro en el que está la organización, puntos fuertes, áreas de oportunidad y posibles problemas que puedan llegar a presentarse.
La unidad entre los directivos es importante ya que son el punto de partida para impulsar a los colaboradores a que tomen sus propias decisiones y abran líneas de comunicación. Ellos deben encargarse de la descentralización del poder
La organización debe transformarse; los colaboradores junto con los directivos deben crear espacios donde la independencia sea clave para realizar actividades. Ningún conocimiento será superior a otro, sino complementario; cada miembro del equipo aporta una función clave dentro de los procesos.
El reto de este tipo de prácticas es la coordinación del equipo; es importante que cada miembro se encuentre comprometido y consciente de la responsabilidad que conllevan sus actividades, su iniciativa y la comunicación que tenga con sus compañeros.
Es momento de evaluar los procesos de tu organización y a los involucrados dentro de ellos para poder definir de qué manera se puede implementar el empowerment para llegar a los objetivos que se tienen, sin perder de vista que el trabajo en equipo siempre es mucho mejor cuando se consigue un equilibrio. Evalúa y actúa a favor de las metas en común.
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