diciembre 3, 2021 / Autor: ASSEMBLE®
La salud de las organizaciones va más allá de su estado financiero o los resultados de cada fin de mes; la salud de las empresas también está conformada por el estado de sus colaboradores y el impulso de buenas prácticas que incentiven un clima organizacional sano, motivante y productivo. Algunas organizaciones dan por hecho que sus colaboradores se encuentran contentos dentro de la organización, sin percatarse de que alguno de ellos podría estar sufriendo el Síndrome de Agotamiento Emocional o profesional, es decir, el síndrome de Burnout. Pero, ¿qué significa esto?
El síndrome de Burnout es la cronificación del estrés laboral y se manifiesta a través de un agotamiento físico y mental que se prolonga y altera la personalidad y autoestima del trabajador. La persona que padece este síndrome pierde interés por sus tareas y desarrolla una actitud negativa hacia su ocupación laboral.
Cansancio y fatiga física y psíquica, pueden presentarse dolores musculares, migrañas, problemas gastrointestinales, problemas de estrés y ansiedad que incluyen episodios de insomnio que impiden el descanso oportuno.
Desarrollo de sentimientos y actitudes negativas hacia clientes, acompañado de un estado de irritabilidad y pérdida de motivación, hay un distanciamiento con los miembros del equipo con los que trabaja; mostrándose irritable, buscando culpables por sus frustraciones y disminución de su productividad.
Lo anterior tiene como consecuencia la disminución de la productividad que genera frustración, piensa que las demandas que se le hacen exceden su capacidad para atenderlas de forma competente; hay una frecuencia en actos como:
Anteriormente se creía que este padecimiento era exclusivo en personas dedicadas al sector salud o ventas, sin embargo no es así; el aumento de competitividad e inseguridad laboral, agregado a las exigencias del día a día dentro del mercado ha afectado a otros sectores.
A continuación te presentamos algunas variables que pueden intervenir en el desarrollo del síndrome de Burnout:
CARACTERÍSTICAS DEL PUESTO Y AMBIENTE DE TRABAJO
Siempre lo mencionamos, es importante que las organizaciones accionen e implementen herramientas que les permitan gestionar de forma correcta sus operaciones del día a día. Esto incluye la delimitación del organigrama, establecer turnos y definir responsabilidades; una organización no debe ser vista como una figura que presiona a sus colaboradores, si no como un espacio donde se le permite desarrollarse profesionalmente. Es fundamental insertar dentro de la organización el trabajo en equipo y la oportunidad de participar u opinar respecto algunas decisiones; que el colaborador se sienta valorado y escuchado.
Cuando hay una crisis dentro de la organización y se encuentran en riesgo algunos puestos, las personas mayores o muy jóvenes desarrollan mayor preocupación al desempleo.
El cambio puede causar miedo, sin embargo, es una oportunidad para evolucionar y mejorar; insertar nuevas herramientas dentro de las organizaciones pueden representar una amenaza para los colaboradores, ya que hay cambios en las tareas y puestos de trabajo. Las demandas que plantean las nuevas formas de trabajo y tecnologías puede desatar estrés, debido a que se demanda la necesidad de capacitación y con ello, miedo a ser destituido, incremento de control sobre su desempeño o cuestionamiento de sus aptitudes.
El clima organizacional es parte fundamental, cuando existe un clima donde la jerarquía y las decisiones están centralizadas y no se permite que puedan realizar aportaciones, pueden sentir que no tienen importancia dentro de la organización.
Dar una constante retroalimentación a las actividades que realizan los colaboradores puede motivarlos a la mejora, ayudarles a crecer y reconocer sus fortalezas, sin embargo, cuando no reciben retroalimentación ni capacitación, pueden sentirse agobiados y dudosos respecto a sus actividades.
Cuando la empresa limita las herramientas que requiere su personal y lleva una gestión inadecuada, puede dar inicio a una situación donde existan conflictos entre miembros, desconfianza, poca cooperación y niveles de tensión elevados; adicional a ello, las operaciones del día a día pueden ser poco eficientes, productivas y con esfuerzos extra que repercuten en la calidad de vida y profesional de los colaboradores.
Para poder prevenir, es importante implementar acciones que permitan accionar antes de que el síndrome repercuta de forma profunda en los colaboradores que la padecen, entre ellas:
Implementar herramientas, estrategias y nuevos aprendizajes no tiene porqué ser un tema de preocupación entre tus colaboradores, ni una fuente de estrés; es importante que cualquier cambio organizacional sea introducido de forma correcta, con la capacitación, paciencia y estrategia adecuada.
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