diciembre 7, 2020 / Autor: ASSEMBLE®

GESTIONAR EMOCIONES, ES POSIBLE. 

GESTIONAR EMOCIONES, ES POSIBLE. 

 

Los problemas son situaciones a las que nos enfrentamos todos los días; pueden presentarse con la familia, con nuestros amigos e incluso en el ámbito laboral; son situaciones comunes dentro de las relaciones humanas, inevitables en ocasiones, pero siempre gestionables. 

Parte del crecimiento laboral y personal de una persona es saber cómo accionar ante situaciones que representan un problema, y actuar de manera inteligente, puede hacer una gran diferencia en su solución. 

 

¿Conflictos laborales dentro de mi negocio?

Aunque en ocasiones haya una negatividad ante ellos, los problemas laborales existen y son más comunes de lo que se puede creer. Pero no hay de qué preocuparse, pues para todo problema hay una solución, principalmente cuando hablamos de un tema organizacional. 

Primero, se tiene que entender que un conflicto laboral se vuelve común ya que un grupo de seres humanos con distintos caracteres e ideas comparten un mismo entorno; por lo tanto, se presta como un espacio donde pueden presentarse desacuerdos, discusiones y conflictos. En ocasiones, hay áreas donde se presenta más tensión, dependiendo de la intensidad de trabajo, el ambiente físico y los perfiles del personal; es crucial no dejar pasar desapercibidos los conflictos laborales; accionar de manera responsable puede tener como resultado un clima laboral saludable.

 

Es importante detectar la fuente de los problemas; por lo general pueden ser por las siguientes situaciones:

 

MALA COMUNICACIÓN: Los diferentes tipos de comunicación que se llevan a cabo dentro de la organización pueden llegar a malentendidos entre colaboradores.

DIFERENTES VALORES: En ocasiones, puede haber colaboradores que no acepten los distintos puntos de vista y percepciones de quienes le rodean.

INTERESES DISTINTOS: Generalmente suceden cuando los trabajadores ven por sus intereses personales y no por los intereses colectivos.

RECURSOS LIMITADOS: Los colaboradores pueden tener discusiones cuándo compiten por algún recurso disponible para hacer su trabajo.

PERSONALIDADES DISTINTAS: Aceptar puntos de vista y actitudes distintas no es una tarea sencilla, por lo tanto pueden ser un punto de tensión entre colaboradores.

FALTA DE COMPROMISO: Cuando un trabajador o un grupo de trabajadores no es productivo, puede ocasionar conflictos entre sus compañeros.

 

Ante este tipo de conflictos es importante intervenir de la manera correcta, considerando los siguientes puntos:

  • Resolver diferencias de manera justa
  • Resolverlos en una etapa temprana
  • Ser parcial 

No resolver los conflictos puede tener como consecuencia la pérdida de productividad, motivación y tiempo en su resolución. 

 

¿DE QUÉ MANERA PUEDO MANEJAR UN CONFLICTO?

Te presentamos algunas acciones que pueden ayudar a gestionar un conflicto:

 

 

Es importante que para lograr lo anterior, consideres las siguientes técnicas de solución de problemas:

  • Negociación: En este punto, no se requiere de intermediarios; los mismos colaboradores logran llegar a un acuerdo ante la problemática que se presenta. 
  • Arbitraje: El arbitraje se debe considerar en conflictos graves y que requieren una solución de urgencia. En el arbitraje se tiene que hacer presente una figura superior a la de los involucrados, ya sea el gerente, o en el mejor de los casos, el director de la compañía.
  • Facilita: Ante el conflicto, incluye a un facilitador con el objetivo de que las partes involucradas escuchen y resuelvan las diferencias.
  • Mediación: Cuando no se logra llegar a un acuerdo, se requiere de un mediador ajeno al entorno de las partes involucradas.

 

 

En una realidad perfecta, lo ideal sería que no se presentaran conflictos dentro de una organización. Lo que se puede hacer es tratar de evitarlos. ¿De qué manera? Se trata de un trabajo constante con nosotros mismos que consiste en aprender a manejar nuestras emociones, desarrollar empatía y recordar la importancia del trabajo en equipo. 

 

Por último, te invitamos a preguntarte, ¿gestionas de manera correcta los problemas dentro de la organización? Evalúa si realmente se resuelven los conflictos o quedan en un plano permanente. Es momento de accionar y actuar a favor de una organización sana!

 

 

Compartir artículo

Artículo anterior Volver Siguiente artículo