RESISTENCIA ORGANIZACIONAL

Los cambios en las empresas y los negocios, son inevitables; son parte de la evolución de las mismas y de las constantes necesidades que van surgiendo en el mercado. Es importante mantenerse actualizado, evitando la pérdida de oportunidades debido a la obsolescencia.

¿Qué sucede cuando se presenta un cambio organizacional? En ocasiones, se produce una resistencia, que puede representar un obstáculo para el crecimiento de la misma, pero ¿En qué consiste exactamente esta resistencia? ¿Podemos evitarla? Lo explicaremos hoy.

¿Cómo se genera la resistencia?

Primero, es importante definir en qué consiste el cambio dentro de una organización; se trata de una transformación en algún componente de su sistema, con el objetivo de mejorar el rendimiento de una empresa. El cambio, tendrá una repercusión en el trabajo y desempeño de la organización, la cual requiere de adaptación.

La resistencia se puede producir por distintos factores, entre los que destacan los siguientes:

Zona de confort: Las personas generan hábitos que se vuelven rutina; como consecuencia, entran en una zona de confort difícil de querer dejar. Representando un esfuerzo para poder hacerlo.

Miedo al cambio: El miedo a lo desconocido es natural, sin embargo, puede que algunos colaboradores lo vean como una amenaza, una alteración a su trabajo y sus funciones; por ello, siempre es importante plantear los cambios como nuevas oportunidades de crecimiento y no una limitante.

Entre los miedos que pueden llegar a presentarse es el miedo a perder su poder, la seguridad de su empleo o verse afectados a nivel económico (disminución de salario).

Ante lo anterior, el equipo puede mostrar resistencia, esta puede ser pasiva o presentarse a través de quejas. Su motivación puede ser baja, los fallos pueden aumentar y en ocasiones, se presentan ausencias en su puesto de trabajo.

¿Se puede evitar?

Existen distintas técnicas que pueden ponerse en práctica para evitar este tipo de situaciones, entre los que podemos destacar los siguientes:

Promueve cambios: Los cambios pueden presentarse desde una perspectiva efectiva, promoverlos desde los valores que tienen la empresa, es una excelente opción para hacerlo.

Comunicación interna positiva: La comunicación es clave para que los cambios que se comiencen a implementar sean aceptados y llevados a cabo de manera correcta; tener una comunicación positiva con la plantilla, te ayudará a poder acercarse y explicar las acciones y cambios a implementar, los beneficios y la necesidad de llevarlas a cabo. Evitando malos entendidos entre los colaboradores.

Proyecta objetivos: Brindar objetivos definidos, acciones concretas y bien planteadas, le brindará a los colaboradores tranquilidad; evitando el descontento de su parte.

Resuelve dudas respecto a las repercusiones: Como se mencionó, algunos colaboradores pueden temer el cambio debido a la creencia de que sus aptitudes/competencias  pueden dejar de ser aptas , sin embargo, puedes brindar la información necesaria para poder brindarles la confianza de que podrán mejorar y cumplir con los objetivos en común, sin dudar de sus capacidades.

Los cambios pueden ser el paso que faltaba,

para el crecimiento de tu negocio.

Implementar nuevas herramientas que mejoren la organización y sus procesos, es una oportunidad que no puedes dejar ir, el miedo puede ser un factor temporal, que debe desaparecer para no convertirse en un obstáculo. Analiza y plantea objetivos, después acciona y transforma.