enero 15, 2021 / Autor: ASSEMBLE®

Hablemos de… PERSONAS DIFÍCILES. 

Hablemos de… PERSONAS DIFÍCILES. 

Dentro de las organizaciones podemos encontrarnos con distintos perfiles de colaboradores. Cada uno de ellos con distintas aptitudes, valores, y ¡claro!, con diferentes emociones y caracteres que pueden representar un reto para la convivencia del día a día. 

La toxicidad no es un tema exclusivo de las relaciones familiares y amorosas; es un elemento que puede encontrarse dentro de las relaciones laborales; y no, no es un mito. La gente difícil SI existe dentro de los organismos y pueden ser un foco rojo para la salud de la misma. 

La gente difícil en ocasiones no es consciente de sus acciones y la manera en la que afecta al entorno que le rodea; su negatividad pasa desapercibida por ellos mismos. Sin embargo, hay quienes disfrutan del caos en la organización; de cualquier forma; este tipo de conductas crean una complejidad innecesaria, estrés y conflicto. 

 

 

El estrés no es una situación que deba tomarse a la ligera ya que puede intervenir en el éxito de la persona que lo posee. Estar expuestos a estímulos que causan sensaciones y emociones negativas de manera constante ocasionan que nuestro cerebro tenga una respuesta estresante y nuestra productividad y concentración disminuyen. 

Parte de las fuentes de estrés que pueden presentarse dentro del trabajo son las personas difíciles; por ello, es importante accionar cuando estamos trabajando con una de ellas. 

Para comenzar, no debemos perder de vista que el tema de las emociones no se trata de algo secundario, es muy importante que cada uno de los colaboradores desarrolle habilidades en el manejo de emociones ante situaciones de estrés, para mantener la calma y tener el control de las mismas. 

Se requiere desarrollar habilidades relacionadas al manejo de emociones y control de las mismas. Por esta razón, te compartimos algunos consejos que pueden ayudarte a lograr tener el control ante situaciones generadas por personas difíciles. 

 

 

Las personas difíciles y negativas suelen vivir dentro de sus problemas sin tener la voluntad de buscar soluciones. Desean que las personas a su alrededor se unan a la atmósfera que han creado, para sentirse bien consigo mismos, en ocasiones, por cuestiones de respeto y empatía hay colaboradores que pueden acompañar y escuchar a las personas quejumbrosas; sin embargo, para todo hay un límite y se debe poner de manera inmediata. Una manera efectiva de frenar la negatividad es preguntando a la persona cómo intentarán arreglar sus problemas. De esta manera, se direcciona la conversación al camino de la resolución. 

 

 

Cuando te encuentres en una situación donde alguno de tus colaboradores está insistente en permanecer con un pensamiento negativo, y no hay manera de hacerlo cambiar de opinión, lo mejor será aprobar su discurso y darte un tiempo para diseñar una estrategia que le ayude a entrar en razón. Es importante que dentro de los límites que apliques con las personas difíciles, consideres tratarlas únicamente por temas específicos sin involucrarte de manera emocional; es importante ser objetivos en todo momento.

 

 

Parte de la inteligencia emocional es saber reaccionar ante situaciones donde puede surgir un conflicto; lo mejor es cuestionarte a ti mismo: ¿es necesario dedicar mis energías a esto? Parte de trabajar con personas difíciles es saber convivir con ellas sin permitir que te involucren en una situación que no requiere de tu intervención. Lo mejor es enfocarse en acciones que te ayuden a mejorar y a mejorar el entorno que te rodea; encadenarte en situaciones que no permiten avanzar no aportará mayor ventaja para nadie. La asertividad es la clave.

 

 

Tener tiempo para ti y tu descanso siempre será clave para tu rendimiento y relación con los demás. Incrementa tu inteligencia emocional y ayuda a mejorar tus niveles de estrés ante situaciones de conflicto; un buen descanso te hace más positivo, creativo y proactivo. 

 

 

En ocasiones, cuando nos encontramos expuestos a una persona difícil, nuestro pensamiento puede dejar de ser claro y objetivo. Una opción es buscar asistencia por parte de personas ajenas al ecosistema donde te desenvuelves; esto permitirá la búsqueda de soluciones. Puede ser más sencillo para una persona ajena a la situación encontrar la solución al problema al que te estas enfrentando. 

De igual manera, puedes apoyarte en distintas técnicas de solución de problemas y enfocarlo en la persona difícil dentro de la organización. Conoce cómo, en nuestro artículo sobre la gestión de emociones.

 

Recuerde que para todo problema, hay una solución.

 

 

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