agosto 27, 2021 / Autor: ASSEMBLE®
Alguno de los requisitos que te piden cuando ingresas a una organización es saber trabajar en equipo, una cualidad sumamente valorada por las empresas; la unión de los colaboradores, su talento e ideas se convierten en el motor que las impulsa al alcance de sus objetivos.
Pero, ¿es bueno que el trabajo en equipo sea el protagonista dentro de la organización? Quizá es momento de considerar la búsqueda del equilibrio y poder normalizar el individualismo en algunos aspectos.
Se podría pensar que el individualismo no existe dentro de las organizaciones, o que ambos (individualismo/ trabajo en equipo) no pueden existir en el mismo espacio, sin embargo existe la posibilidad de que su unión pueda brindar mejores resultados en los procesos de trabajo. Ocupar ambas cualidades puede ayudar a las organizaciones a motivar a sus trabajadores y alcanzar sus metas.
El individualismo incentiva que cada integrante actúe, piense y desarrolle su trabajo de forma independiente; tiene una mayor libertad de decisión, pero también de responsabilidad. Cuando uno de nuestros colaboradores percibe que hay confianza por parte de la organización con la que trabaja, se siente mucho más capaz y motivado. Es un camino hacia mejores oportunidades, búsqueda de éxito personal y felicidad propia.
Por otro lado, el trabajo en equipo implica la interacción de los colaboradores con un propósito común donde los intereses de los colaboradores de forma individual pasan a un lugar secundario. La creación de espacios productivos donde el trabajo en equipo sea exitoso requiere de comunicación asertiva, objetiva y clara entre los colaboradores; sus habilidades interpersonales deben estar altamente desarrolladas y deben de contar con una estructura que impulse la colaboración y cooperación, dejando atrás la competencia y la rivalidad.
Esta práctica se vuelve exitosa cuando la organización logra coordinar los intereses individuales de sus colaboradores con los intereses de la empresa, aumentando la productividad y motivación; es decir, “si crecemos, tu también creces”. Adicional a ello, darle autonomía a tus colaboradores les da seguridad para proponer ideas innovadoras y creativas.
El trabajo en equipo eficaz permite a los trabajadores llevar a cabo proyectos que son demasiado complejos y/o grandes para una persona. A diferencia del individualismo, las acciones en equipo permiten que el trabajo sea elaborado con mayor velocidad y es más sencillo identificar algún problema que quizá un individuo solo no es capaz de detectar. Tener distintos puntos de vista e intercambiarlos puede resultar enriquecedor para el alcance de metas.
Tener intereses individuales no es malo, ni tampoco es erróneo que los corporativos busquen el crecimiento de cada uno de sus colaboradores, sin embargo, no podemos dejar la colectividad, pues la unión hace la fuerza; si bien, a veces es complicado poder unificar distintos puntos de vista, formas de trabajo y habilidades, lograr hacerlo y alcanzar un buen ritmo de trabajo para el alcance de metas colectivas es una satisfacción grande y una forma de mejorar el clima organizacional y productividad dentro de tu empresa.
Ahora ya lo sabes, es momento de comenzar a accionar en la búsqueda de la colaboración sin perder la identidad y esencia de cada una de las personas que conforman tu equipo. Cuando logramos tener colaboradores comprometidos con las metas colectivas, todos las las operaciones adquieren un ritmo ordenado y productivo; si agregamos un sistema ERP que acompañe al equipo y lo ayude a gestionar, con seguridad tu empresa logrará potencializarse.
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